Un legado milenario en piedra

Menorca alberga una de las herencias prehistóricas más fascinantes del Mediterráneo: la cultura talayótica. Estas comunidades dejaron su huella hace más de 3.000 años con impresionantes construcciones en piedra, como los talayots, navetas y taulas, que aún hoy desafían el paso del tiempo. Su finalidad sigue siendo objeto de estudio, pero se cree que servían para fines defensivos, religiosos y ceremoniales.

Monumentos únicos en el mundo

El conjunto megalítico de Menorca es tan excepcional que ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Entre los más destacados se encuentran la Naveta des Tudons, una tumba colectiva de la Edad del Bronce, y las taulas, enormes estructuras en forma de «T» que solo existen en Menorca. Estos vestigios nos ofrecen una ventana al pasado, permitiéndonos imaginar la vida de las primeras civilizaciones de la isla.

Un viaje en el tiempo

Recorrer los yacimientos talayóticos de Menorca es como viajar a otra era. Lugares como Torre d’en Galmés, Torralba d’en Salort o Trepucó permiten descubrir los restos de antiguas aldeas y templos. Estas visitas no solo son un plan cultural imprescindible, sino que también conectan a los viajeros con la historia, la naturaleza y la esencia más auténtica de la isla.

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